Una de las historias que vivió el grupo en el primero "A" y que paso a contar fue "la ley del hielo" contra Romina. Quienes lo promovieron tenían un buen propósito que era el de "ayudar a cambiar la actitud de una de las compañeras del aula "que al parecer se mostraba renuente a participar con todas las demás". Lideraba este grupo nuestra querida Evelyn de la Cruz, quien en el lavadero del colegio (y el baño me cuentas testigos) coordinó con sus más allegadas Patty, Joselyn, Rosmery, etc. etc. para poder hacer cambiar de actitud a mi querida Romi. Se trataba pues de no dirigirle la palabra y evitar acercarse a ella. Esta actitud de indiferencia de sus compañeras afectó los sentimientos de Romi, tanto así que los padres de familia se involucraron y fue allí que como tutor tuve que intervenir.
Fue mi primer trabajo de resolución de conflictos al interior del primero "A" que me permitió conocer más a mis alumnos. La ley del hielo se deshizo cuando en asamblea invité a los estudiantes a reconsiderar sus actitudes y a tratar de llevarse bien, pues "iban a convivir cinco años". Creo que fue muy importante descubrir sus sentimientos y emociones, la forma en que entendían la vida. Han pasado cinco años y recuerdo las lágrimas que corrieron, las miradas encolerizadas y la tranquilidad después de ponernos de acuerdo en que era mejor vivir en paz y todos celebramos ese final. Se que la convivencia no ha sido fácil y que así como este caso de la ley del hielo hay otras situaciones que ustedes conocen y que esperon hayan tenido un final feliz o se hayan superado siempre mirando al futuro. Lo comparto con el deseo firme de que estas actitudes de hostilidad hayan desaparecido y pensando que esta actitud reavive el deseo de ser amigos por siempre.
Que este recuerdo nos ayude a comprender que es mejor hablar, dialogar, enfrentar nuestros miedos y odios que quedarnos en silencio, que el orgullo y la indiferencia solo generan dolor y que nunca sintamos que sólo los demás son responsables de lo que nos pasa, sino más bien evaluemos nuestra actitud y pongamos la parte de solución que nos corresponde.
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